De pequeño, con mi padre solo frecuentábamos los sitios cercanos de pesca. Pocos desplazamientos en plan «descubrir» me planteaba. Eran tiempos en que las carreteras, vehículos y otras limitaciones económicas no te permitían muchas maravillas, además, se intentaba que las salidas fueran provechosas a nivel de peces por lo cual ibas a sitios de confianza o testados. Cuando llegué a la adolescencia la cosa cambió bastante. La libertad que da el coche abre muchas posibilidades. Empecé a ir otros ríos, al Pirineo y otras masas de agua. Pero esos desplazamientos eran a zonas conocidas de pesca que leías en revistas, o por la información que te facilitaba un amigo. Pero aún y así, llegabas al río y te volvías loco para saber dónde sacar el permiso, dónde empezaba el coto o el libre, la puñetera normativa cambiante de cada zona. Al final, las salidas se centraban mayormente a las zonas conocidas.

Unos pocos sabrán lo complejo que era tener información válida. Hoy día, esto ha cambiado una auténtica barbaridad. Disponemos del google maps y otras herramientas que nos facilitan la visión previa o el acercamiento visual a través de la pantalla de la zona a pescar. Y para más regocijo, hoy día disponemos de APP destinadas a hacernos todo más fácil. De las que he ido viendo hacer referencia a MY FISHING MAPS.

Este año me hice con ella y, la verdad, me está gustando mucho. La pongo en marcha muchas veces por la curiosidad de saber qué tengo alrededor o para sondear zonas que pretendo pescar, sobretodo lejos de casa que es cuando vas o voy más perdido. Poder confiar que tal o cual tramo es libre o coto actual es una maravilla. Hay zonas, al menos por donde me muevo, en las cuales hay placas que ya no tienen validez. Zonas en que las placas de libre o coto no abundan. Tener certeza de saber cómo actuar me tranquiliza. Si hubiera tenido esta herramienta hace 30 años no hace falta decir que mi movilidad pesquil hubiera sido mucho mayor.
Os animo a probarla.