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Al ingerir el paisaje absorbemos parte de la vida (Réné Redzepi)

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  • Comentarios de la entrada:9 comentarios

Cuando llego al río inhalo con potencia el aire que respiro. Ese aire cargado de humedad, de olores y de otros matices que me cuesta trasmitir, sé que inhalo vida. Hay una frase del cocinero Réné Redzepi (restaurante Noma de Copenhague) que viene a reforzar este sentimiento «Al ingerir el paisaje absorbemos parte de la vida«. Ahora lo entiendo, yo inhalo los ríos.

Mi relación con estas venas de agua nace bien temprano. Mi padre ya me llevaba desde corta edad. Mis juguetes eran los cangrejos de río, esos acorazados sobre los cuales yo recreaba guerreros; escurridizas anguilas, barbos, carpas, bogas, truchas. Con mi bicicleta, mi Orbea, con ese único plato y piñón, escudriñábamos cualquier rincón que tuviera agua, no había rampa que no se superase. Era mis salidas con mi fiel compañera, sin reloj, sin móvil, viviendo el riesgo al máximo. Esos paseos en los cuales buscaba mi libertad. Acababan, casi forzosamente, al lado del río, o de alguna de las charcas en las cuales podía lanzar mis artilugios de pesca. Cañas rudimentarias que sacaban peces, a veces solo ejemplares de la ribera con un trozo de hilo de nailon, un grueso tramo por si aquel día entraba el pez de mi vida. Pero también me daba por hacer el voyeur, mirando furtivamente las numerosas madrigueras de conejos, y alguna que otra zorrera.

Mis salidas de pesca solían ir de la mano de mi padre. Al alba ya estábamos lanzando nuestros señuelos a base de patata hervida, garbanzos. Él con su transistor escuchando música o alguna tertulia deportiva. Yo mirando todas las cañas, esperando la ansiada picada o fabricando veleros con corteza de pino.  Recuerdo, mis escapadas cunado caía la noche. Algunos de los libros que leía hablaban de gnomos, brujas, y otros seres que salían a pasear o a nadar. Me vienen a la memoria esas lunas llena, observando los círculos mágicos en el centro del embalse; esperando con desazón que de ahí surgiera algún ser. Cosas que tenía esas épocas en las cuáles la lectura te hacía crear tus propias películas. Más de un chapoteo, seguramente de una carpa, conseguía eriza mi poco vello hasta cruzar la camiseta de algodón. Nunca vi gnomos, brujas, trolls, pero sí luciérnagas, el gran búho real, jinetas, zorros.

Ahora tomo conciencia y tengo claro que mis sesiones «SPA-FLY FISHING» nacieron en esa época. Momentos de intimidad con la naturaleza, de desnudos mentales y a veces físicos. Me gusta la pesca tranquila, sin prisas, pero a la vez vivida con pasión. La pesca a mosca me da todo eso. Quizás se deba a que nací en noviembre ¿? según dicen los astrólogos soy escorpión y, mi elemento es el agua…

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Ferran

Desde pequeño he estado vinculado al río. No puedo pasar por un curso de agua sin detenerme. Escuchar el rumor de sus aguas, ver y sentir la fauna. Son muchas las sensaciones de las cuales no puedo prescindir. Con este blog busco compartir estas dos facetas. Por un lado, mi compromiso por el bienestar de los ríos. Por otro, trasladaros informaciones útiles que puedan aportaros algo interesante para practicar la pesca sin muerte o sencillamente para acercaros a dar un paseo agradable. Ferran

Esta entrada tiene 9 comentarios

  1. Yhonny E

    Hola, que buena entrada.Como para un libro. Me ha gustado mucho tu blog, soy amante de los rios tambien. Saludos desde Venezuela

    1. José Nieto

      “Al ingerir el paisaje absorbemos parte de la vida”. Así es amigo Ferrán A veces en el río hay que detenernos por un instante, masticar y saborear ciertos momentos.
      Donde hay instantes que parecen no acabar, donde parece que el tiempo se detiene, donde el agua parece ser el lápiz que usa el tiempo para dibujar lo que vemos.
      Donde podemos fluir con lo que fluye, como nos está enseñando el correr del agua.
      Donde nos podemos dar de bruces con la belleza, y descubrir que nos está mirando.

      1. Ferran

        Dar de bruces. Fíjate. Podría sonar a accidente y en cambio es todo lo contrario ?

  2. Pablo

    Se me había pasado esta magnífica entrada, menos mal que estoy suscrito también a los comentarios!!
    Yo también tenía una Orbea, pero la mía con cambios (Orbea Orduña) :-).
    Suerte para tí también poderte haber iniciado con tu padre, en mi caso nadie de mi familia le gustaba ni siquiera el campo, no se de donde me ha venido la afición!! De un viejo libro de Carriere, tal vez…
    «Me gusta la pesca tranquila, sin prisas, pero a la vez vivida con pasión», coincido por completo amigo Ferrán.
    Un saludo,
    Pablo

    1. Ferran

      Así me gusta, que estés atento 😉 También tengo el libro de Carriere, un clásico. Un saludo Pablo y a seguir disfrutando de la esta afición

  3. Roberto Blas

    En muchas ocasiones nos pasa lo mismo a los que nos gusta el agua sea en río o en mar, da sencion de paz y tranquilidad.. gracias por los comentarios ???

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