En el imaginario pescador siempre se vislumbran ríos llenos de peces. Peces grandes en aguas transparentes. Las cañas plegándose casi al punto de rotura. Un pez detrás de otro. Si ese falla no pasa nada, me quedo en la misma postura y saco otro, y otro… Este sueño húmedo, todo hay que decirlo, se ve en este vídeo.
No encontraréis un vídeo editado, montado con detalles o estrujando a lo imprescindible de cada lance. No, desde ese punto de vista hay en la red reportajes mucho más cuidado. Pero tendréis la sensación de estar con unos amigos pescando despacio decenas y decenas de grandes peces, en un río de anchura más bien modesta. No puedo imaginar, bueno, si, me lo imagino, un día que todos esos peces estén comiendo arriba alguna eclosión. De hecho, yo de estar ahí no me podría contener para pescar con bichos de foam.
Amigos, amigas, aquí tenéis 50 minutos de locura, con momentos que parecen más de un río recién repoblado por la densidad de peces existentes.