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Influencia de la luna en la pesca recreativa ¿verdad?

Es un hecho asumido por muchos pescadores que las fases lunares inciden en la actividad de los peces y por lo tanto en la pesca. Pero, ¿hasta qué punto esto tiene un fundamento real y puede ser utilizado para pescar con más éxito?. ¿O se trata simplemente de una tradición o creencia sin ninguna base científica?. No hay por el momento estudios concluyentes, pero en lo que todos estaremos de acuerdo es que, en ocasiones, los peces pueden llegar a comportarse como unos seres auténticamente lunáticos…

Los peces viven en un medio sujeto a la acción gravitatoria de la luna y el sol, siendo el reflejo más evidente las mareas, cuya intensidad depende de la fase lunar. Varias investigaciones han demostrado que las fases lunares afectan a una gran variedad de animales marinos, pero en la mayoría de casos se ha comprobado que los cambios en el comportamiento se deben a cambios en la intensidad de las mareas, y no a la influencia directa de las fuerzas gravitacionales o electromagnéticas sobre los organismos. En un medio marino sujeto a la acción de las mareas, muchos animales acomodan sus períodos de alimentación a la cadencia de las mareas. Además, los ciclos de reproducción de algunas especies de invertebrados y peces están coordinados por la fase lunar, de manera que la puesta la realizan únicamente durante períodos muy concretos, normalmente coincidiendo con la luna nueva y la luna llena. Lógicamente, los depredadores aprovechan las concentraciones masivas de estos animales para alimentarse frenéticamente.

Por lo tanto, la luna actuaría cómo un elemento de referencia para sincronizar los relojes biológicos de los organismos, los cuales regulan algunos procesos orgánicos y del comportamiento. Estos ritmos internos permiten a los animales anticiparse a las condiciones favorables, y no reaccionar a ellas después que se producen. Es decir, una especie puede aumentar su actividad y la búsqueda de alimento siguiendo las fases lunares, siempre y cuando sus presas también muestren cambios de comportamiento relacionados con la luna.

En las aguas continentales, los cambios de nivel del agua debido a la luna son mucho menores que en el mar, de hecho son imperceptibles. En este caso, la posible acción de la luna sobre los organismos acuáticos debe ser más sutil y relacionada con otros mecanismos. Entre estos cabe citar que algunas especies de insectos utilizan las fases lunares para sincronizar la emergencia de los adultos, lo cual sin duda debe tener su influencia sobre los peces que de ellos se alimentan. Otro mecanismo está relacionado con la iluminación ambiental que produce la luna, que si bien es de baja intensidad en comparación a la del sol, es suficiente para que muchos peces tengan visibilidad suficiente para buscar presas durante la noche. Es el caso de la trucha, el black-bass, y especialmente de la lucioperca, dotada de una excepcional agudeza visual nocturna. En cambio, la visión del lucio requiere algo más de luz de manera que muy raramente se alimenta ni en las noches más claras. En cierta manera, la intensidad luminosa que produce la luna podría compararse con la de la puesta y la salida del sol, momentos en que los peces depredadores son más eficaces en la caza de presas. El resultado es, por lo tanto, que los ritmos de alimentación y el comportamiento de los peces puede variar periódicamente según la fase lunar.

Aparte de estas consideraciones de tipo general, hay quien va más allá y afirma que la luna ejerce una influencia directa sobre el comportamiento de los peces y otros organismos, produciendo unos períodos llamados solunares que alternan momentos de gran actividad seguidos de otros de poca o nula actividad.

TABLAS SOLUNARES

A lo largo de los 27,3 días que tarda la luna en completar una revolución completa a la Tierra, se producen períodos mayores y menores de fuerzas gravitatorias sobre la superficie terrestre, que desde hace tiempo se han utilizado para elaborar unos calendarios llamados tablas solunares donde se especifican estos períodos. Según la teoría de los períodos solunares, en esos momentos, que duran de una a dos horas, se producen picos en la actividad de muchas especies, especialmente las de vida acuática.

Basándose en estadísticas elaboradas con datos de capturas, al parecer la proporción de capturas puede duplicarse o triplicarse durante los horarios solunares, en especial cuando se trata de peces de gran tamaño. Los días de luna llena y luna nueva, junto con los tres días previos y posteriores, son períodos en que la influencia solunar es más intensa, lo que en teoría produce un incremento en la intensidad de las horas de actividad solunar. Si bien las estadísticas muestran una tendencia a que los mejores momentos teóricos para pescar son los que producen mejores capturas, con criterios científicos no se puede demostrar que esta tendencia sea significativa.

A falta de estudios más concluyentes, se puede asegurar que las fases lunares ejercen una influencia indirecta sobre la actividad alimentaria de los peces, y por ello los resultados de la pesca pueden variar en función del momento del ciclo lunar. Sin embargo, una relación más directa, tal como propone la teoría de las tablas solunares, no tiene por ahora una confirmación científica. La realidad es que los peces viven en unos ambientes donde el alimento es limitado, de manera que se alimentan siempre que tienen la oportunidad de hacerlo, esté o no la luna en posición favorable. Puesto que la caza gasta mucha energía, los depredadores adaptan sus ritmos de alimentación a los momentos en que son más eficaces capturando presas. La gran diversidad de situaciones que se pueden dar en una masa de agua, como el tipo de hábitat, presas presentes, condiciones meteorológicas, etc. hace que los periodos solunares, si realmente afectan al comportamiento de los peces, queden enmascarados por la personalidad específica de cada lugar.

Texto: Enric Aparicio
Fotos: Ferran Llargués

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Ferran

Desde pequeño he estado vinculado al río. No puedo pasar por un curso de agua sin detenerme. Escuchar el rumor de sus aguas, ver y sentir la fauna. Son muchas las sensaciones de las cuales no puedo prescindir. Con este blog busco compartir estas dos facetas. Por un lado, mi compromiso por el bienestar de los ríos. Por otro, trasladaros informaciones útiles que puedan aportaros algo interesante para practicar la pesca sin muerte o sencillamente para acercaros a dar un paseo agradable. Ferran

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Michel

    Muy buen artículo Tito

    1. Ferran

      Le traslado las felicitaciones al autor, que es Enric Aparicio.

  2. Rodrigo (Lachis)

    En la pesca en el mar, tanto submarina como de costa siempre lo hago aprovechando la repunta de la marea alta, así lo aprendi de pequeño y tengo comprobado que es cuando más peces se acercan a la costa para alimentarse. En el río, basándome solo en mi experiencia, prefiero las horas del mediodía y atardecer, y sí la luna se aproxima al menguante mejor. Creo que la luna influye y mucho.
    Muy buen artículo. Saludos.

    1. Ferran

      Desde mi punto de vista creo tiene sentido en el mar, aunque hay muchos factores adicionales, como la presión atmosférica. Un saludo!!

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