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Truchas autóctonas

Hace muchos años que me dedico a deambular por los ríos. De hecho lo llevo haciendo desde muy corta edad gracias a la afición de mi padre. Pasear por sus riberas, escuchar el rumor de las aguas bravas, observar su fauna… es algo que siempre me llena de buenas sensaciones y, como se suele decir, calma mi espíritu.
Hasta los 10 años me dedique a pescar básicamente ciprínidos. Pero algo iba a cambiar. Recuerdo una salida de pesca diferente, una jornada que iba a dar un vuelco en mi vida de pescador. Mi primera salida a pescar ¡¡truchas!!. Recuerdo perfectamente que los nervios no me dejaron conciliar el sueño. Al llegar al río mi padre no tardo demasiado en sacar un pez plateado que daba muchos brincos. ¡Son truchas arco iris! ¿Arco iris? me pregunté. 

En esos momentos la verdad, no le di mucha importancia al hecho de que a esa trucha la llamaran arco iris; para mi era sencillamente un pez precioso que además, y qué carajo, ¡era una trucha! ¡la primera trucha que veía salir del río!.
Tres años después seguíamos pescando esos peces plateados hasta que un día cambiamos de río. Según los lugareños era  “del país”, en definitiva, una trucha “autóctona” ¿Cuántos tipos de truchas hay? me pregunté inmediatamente. Con el permiso de conducir en el bolsillo me dediqué a recorrer ríos y más ríos buscando solo a esas truchas salvajes, del país, que los entendidos aseguraban que se denominaban truchas fario. Un día, y para acabar de liarla, alguien me dijo que no a todo lo que hay en el río se le puede llamar trucha autóctona, y lo peor, que una auténtica fario (Salmo trutta) no se prende tan fácilmente del  anzuelo ¡Touché ! fue la estocada final. Desde entonces creo me sentí como si buscara el Santo Grial.
Truita Ter
APUNTE: La trucha común podría considerarse como “arquetipo” de todas las especies de trucha; Salmo trutta fue la primera especie de trucha descrita en la primera edición de la obra de Linneo “Sistema Natural” (1758), aunque también se describían S. fario y S. lacustris (Behnke, 1986) Desde entonces han utilizado alrededor de 50 nombres latinos para describir las distintas formas de trucha común europea.
En la actualidad creo que he enfermado. Mis excursiones de pesca se centran casi exclusivamente en intentar prender truchas autóctonas,  algo que se vuelve harto difícil en la mayoría de nuestras aguas si exceptuamos solo algunos santuarios dónde estas esquivas truchas persisten a los envites de la civilización.
Pero ¿Dónde hay truchas autóctonas?  No es tarea fácil indicar donde hay truchas salvajes autóctonas, y menos aún donde poder pescar una. Hay regiones que afirman poseer de éstas en buena parte de sus cursos, pero lo cierto es que para nuestra desgracia la trucha común autóctona anda en horas bajas por no decir críticas. Lo único que podemos afirmar es que hay diferentes estudios que avalan que en sus cuencas existen todavía estas preciadas y codiciadas joyas. Algunas ya han tomado  medidas para preservar este patrimonio . De hecho, que tenga constancia escrita, la región pionera en buscar y localizar truchas genéticamente puras fue Cataluña.  De mano del Dr. Carles Pla (genetista) se empezó a realizar estudios buscando su existencia. La primera zona que se pudo afirmar de su presencia fue el río Riutort, afluente del río Llobregat, el cual permanecía como Refugio de Pesca. Posteriormente fue la AEMS Ríos con Vida quien solicitó al mismo genetista un estudio más amplio en la cuenca del Alto Ter (Girona). El Dr. Pla emitía un informe donde afirmaba que la trucha del Alto Ter presentaba el genotipo correspondiente a las poblaciones autóctonas de trucha común.  Más adelante, el mismo genetista afirmaba que la trucha autóctona de nuestros ríos fue la que colonizó Europa después de la Glaciación. Desde entonces mucho se ha evolucionado, hay mucha más información y conocimiento sobre los distintos linajes existentes y su influencia sobre las cuencas en las que habitan. Cabe mencionar el trabajo realizado por el biólogo Enric Aparicio, basado en la búsqueda de rasgos morfológicos para diferenciar las truchas mediterráneas de otras de origen incierto. De gran trascendencia su trabajo de identificación del fenotipo de la trucha mediterránea. 

Ante esta valiosa información la AEMS solicitó de inmediato que el río Ter, desde  su nacimiento hasta  el pueblo de Setcases fuera vedado para su pesca y declarado como Zona de Interés Genético, prohibiéndose las repoblaciones.
Posteriormente la mayoría de Comunidades Autónomas han avanzado en ese sentido. A título de ejemplo tenemos Aragón, dónde llevan realizando desde hace años un trabajo exhaustivo  para conocer la situación actual de las poblaciones que habitan sus aguas. Merece la pena reseñar que en dicho estudio se han localizado hasta el momento tres fenotipos de trucha “maña”; dos de origen mediterráneo y otra de origen atlántico. (fotos adjuntas). Las  zonas donde se han encontrado esto linajes autóctonos  son vedadas, pero no todas, situación que se repite en casi todas las comunidades. Obviamente esto hace que la tarea de buscar y tentar truchas salvajes sea en la actualidad bastante complicada. Si queremos que esto cambie solo nos queda una solución ¡Obsesionarnos por su preservación!
Fenotip truites aragoneses
Figura 4. Plasticidad fenotípica de la trucha común (Salmo trutta). a) Trucha autóctona aragonesa de origen mediterráneo (ME-1) que posee multitud de pintas pequeñas negras y rojas rodeadas por un halo blanquecino y, además, dispone de cuatro franjas oscuras que la cruzan. b) Trucha autóctona de origen mediterráneo (ME-2) parecida a la anterior que, hasta la fecha, no ha sido aislada en pureza en ningún río de esta Comunidad Autónoma. c) Trucha domesticada de origen atlántico (AT-3) que se utiliza en los programas de repoblación en la que destaca un menor número de pintas, siendo éstas ovaladas y de mayor tamaño. d) Trucha autóctona de origen atlántico (AT-1) aislada en un refugio del nacimiento del río Tajo (Comarca de Albarracín, Teruel) donde su patrón morfológico se ajusta al de las truchas atlánticas pero, a su vez, se pueden apreciar las franjas que caracterizan a nuestras poblaciones ibéricas. Fuente: Información facilitada por el Sr. José Maria Blasco de Centro de Investigación Agroalimentaria de Aragón.
Las truchas autóctonas están adaptadas a las peculiaridades de nuestro clima. Son muy resistentes al estrés hídrico típico de nuestras latitudes, y más, las poblaciones mediterráneas. Ni que decir tiene que su carácter salvaje las hace sumamente desconfiadas ante el acoso de los depredadores, incluyendo al hombre. Pero para que esto sea así han debido pasar millones de años de  adaptación. Millones de años que estamos tirando por la borda con las continuas introducciones de truchas alóctonas: las mal llamadas repoblaciones. Estas continuas introducciones están originando que poblaciones autóctonas se vean alteradas genéticamente a causa de su hibridación con las de otros orígenes, perdiendo de forma dramática todo su acervo genético. Las alteraciones entre otros de su sistema inmunológico son un grave problema.
Ante esta dificultad, podríamos pensar que la solución rápida pasa por repoblar nuestros cursos de agua con ejemplares autóctonos, pero esta tarea a parte de no ser fácil, tampoco esta exenta de agresiones. Que tengamos conocimiento, la primera repoblación, mejor dicho, la primera recuperación de un tramo de río con trucha autóctona fue realizada por AEMS en Cataluña el día 15 de diciembre de 1991,  dentro de su Programa «Adopta-un-Río» en la provincia de Girona. Concretamente se escogió para este trabajo piloto el torrente de Vall-llobre (afluente del Ter) el cual sufrió un envenenamiento por causas desconocidas diezmando la población de trucha existente. Tras conseguir los permisos necesarios del Serveis Territorials de Medi Natural de Girona, realizó un más que interesante trabajo basado en frezar e inseminar huevos de trucha común (Salmo trutta) obtenidos de reproductores autóctonos  de la cabecera del río Ter (zona del vedado). Todo el proceso se realizó in-situ, utilizando cajas tipo VIBERT para depositar los huevos inseminados. La misma entidad solicitó que el torrente permaneciera vedado para asegurar su recuperación, situación en la que sigue.
Que este sistema de recuperar un tramo de río fue por lo menos acertado no me cabe la menor duda. No obstante, no debemos perder de vista que el primer objetivo debe ser que nuestros ecosistemas acuáticos estén en optimas condiciones para que sea el propio río con sus poblaciones de peces el que se auto-sustente.
Como he comentado anteriormente, casi todas las regiones andan realizando sus mapas genéticos. Por ejemplo tenemos Cataluña, donde ya se tienen identificadas y señalizadas diversas zonas con la denominación “Reserva Genètica de Truites”. En estas zonas hay tramos vedados, pero existen zonas donde se puede pescar, eso sí, con restricciones importantes. En estos momentos con la Ley de Pesca de Cataluña y a esperas de la aprobación del reglamento que la despliega las Zonas de Reserva Genética serán, a priori, sin muerte. No obstante y para alarma de un importante porcentaje de pescadores estamos viendo presiones a favor de permitir la muerte de estos ejemplares lo que seria un grave paso atrás en la conservación de los pocos stocks de truchas autóctonas que todavía persisten en algunas pocas zona. Andalucía ya ha prohibido su muerte y detrás van otras Comunidades Autónomas que se dan cuenta de la importancia de la preservación de la especies desde un punto de vista medioambiental y económico.
Resumiendo: Hay regiones que parece que van orientado sus esfuerzos en la protección de nuestros linajes autóctonos y que además poseen suficientes zonas como para iniciar planes rigurosos para recuperar estas poblaciones. Otras tienen la oportunidad en la esquina y parece que miren a otro lado. Y otras que andan agonizando con sus escasas poblaciones y necesitan actuaciones urgentes. Hagamos pues, entre todos, esfuerzos para conseguir que la Administración vele por el interés general tomando medidas encaminadas a la gestión conservacionista de la especie, evitando que caiga en la trampa de tomar medidas  a contentar a grupos de presión anclados en  pedir modelos de gestión obsoletos.
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Autor: Ferran Llargués

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Ferran

Desde pequeño he estado vinculado al río. No puedo pasar por un curso de agua sin detenerme. Escuchar el rumor de sus aguas, ver y sentir la fauna. Son muchas las sensaciones de las cuales no puedo prescindir. Con este blog busco compartir estas dos facetas. Por un lado, mi compromiso por el bienestar de los ríos. Por otro, trasladaros informaciones útiles que puedan aportaros algo interesante para practicar la pesca sin muerte o sencillamente para acercaros a dar un paseo agradable. Ferran

Esta entrada tiene 0 comentarios

  1. gilmer fernandez heredia

    interesante la historia,pero falta algo que no me queda claro.de donde es originaria la trucha.

  2. Ferran

    Hola Gilmer. El origen tiene lugar, según dicen los expertos en las glaciaciones del Pleistoceno. Hay diversos linajes, por ejemplo el atlántico, el del mediterráneo, del Danubio… En España tenemos las truchas mediterráneas y las truchas de origen atlántico, por ejemplo las del Duero, Tajo. La trucha es el pez, junto a la carpa que ha sido más introducido en todo el mundo.

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